Tengo una "amiga" de facebook que es el colmo.
La chica en cuestión siempre dice ser.
Dice ser periodista, fotógrafa, conocida de innumerables estrellas del ambiente, amiga intima de músicos de rock, escritora, etc, etc.
Su robo intelectual no tiene limites. De un tiempo a esta parte sus estados son extractos mas que literales de los blogs de Caro Aguirre La Peleadora y Bestiaria. Son frases TEX-TUA-LES. No se si los conocen, pero por Bestiaria (www.bestiaria.blogspot.com) Carolina gano premios, con La Peleadora escribió para un diario y es la creadora del libro - en principio otro blog- que generó Ciega a Citas, de lo mejorcito que se vio en la tele ultimamente.
La cosa es que la muchacha esta empezo a poner de estados de facebook pequeños resúmenes de posts de C.A,obviamente sin aclarar que no eran de ella...y de hecho dándose merito por su supuesta capacidad de observacion y espíritu de critica. Y la gente se lo cree!! No se que me indigna mas. Si la gente, obsoleta, nula y admirando a una ladrona o la señorita -por decirle de alguna manera- que se vanagloria en laureles que no le corresponden.
Creo que si lo reconsideramos, es un caso digno de análisis. No por el robo que es tomar un texto que no es tuyo y mediante un simple copiar-pegar te permite creerte lo mejor de todo Internet, cualquiera puede hacerlo y sufrirlo (de hecho una amiga mía robo un post sobre el estudio que hice yo una vez, sin saber que era mio y lo reprodujo como suyo, como un levantado mas de Internet entre tantos) sino por que para que de esa acción surga un reacción de satisfacción, es necesario que ella misma se lo crea. Tiene que pensar que realmente son sus fotos, sus posts, sus reportajes para sentir que es genial, la mente brillante mas escondida del siglo admirada por un séquito mínimo de facebookeros.
Y ahí es donde entramos en un terreno espinoso.
Como nos creemos las fantasías que nosotros mismos generamos.
Como cerramos los ojos y nos engañamos.
Como nuestras mentes retorcidas se autoanulan a si mismas para que esos mecanismos funcionen.
Me quede pensando dos cafés en ese asunto y concluí que vidas vacías sobran, cada uno intenta a su manera llenar el hueco como puede.
Yo al mio lo lleno con mis palabras.
Mejores, peores o iguales a las de Carolina o cualquier otro.
Pero mías.
En cuanto a ella...digamos que mientras la falta de originalidad no sea un crimen esta a salvo.
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