Hoy dormí todo el día.
Apenas abrí los ojos sentí que el mundo giraba a una velocidad vertiginosa, imposible llevar el mismo ritmo.
Quería vomitar pero no hay alcohol en mi organismo desde hace mas de una semana. Tome un te y comí pan, la mayoría de los mareos se solucionan con comida. Pero no hubo caso, seguía queriendo sacarme algo de adentro. El te y el pan fueron una buena opción. Pero el mundo seguía inestable, seguía moviendose.
Pensé que era la venganza del delivery: no solamente nos mando lo que quiso anoche sino que además lo cargo bastante, para que aprendamos a callarnos y a comer lo que nos toque en suerte, sin quejarnos. Hata que me di cuenta que no queria sacar el contenido del estomago sino lo que tengo dando vueltas en la cabeza y el corazon desde hace rato. Queria descargarme. Queria quejarme.
Que fácil seria la vida si la transitáramos sin mover una ceja ante algún inconveniente. Si a todo dijéramos "si, señor". Como cuando eramos chicos.
Pero no lo somos. Somos gente grande y responsable que tiene que hacerse cargo de sus errores, pagar la tarjeta en termino sino te la cortan, llegar a fin de mes con plata en la cuenta por si te enfermas, planear una cena con anticipacion y con las agendas de los implicados a mano para no ofender a nadie.
No quiero ser grande.
Quiero poder dormir hasta las 3 un sábado sin pensar que tengo cosas que hacer.
Quiero no tener que esperar hasta que termine la cursada para poder salir.
No quiero mas responsabilidades.
Estoy harta de ser madre de mis hermanos y de mis padres, nunca en el lugar del cuidado, siempre de cuidadora.
Quiero otra vida mas justa, menos sacrificada.
Podes ir tomando nota, Señor.
El otro día estaba pensando tan parecidamente a vos, que en un momento me confundí y pensé que estabas hablando de mí. Quiero ir al país de nunca jamás, para no seguir creciendo y haciendo cagadas con las que después tengo que vivir.
ResponderEliminarEspero que haya tomado nota.
Saludos!