"La manera en la que nuestro cerebro interpreta depende de nuestra formacion. Es de sobra sabido que lograr hablar con fluidez una lengua que no es la nativa requiere de un extraordinario esfuerzo intelectual: pensamos en nuestra lengua para luego convertir esquemas gramaticales al idioma que intentamos dominar para finalmente poder expresarnos oralmente. Tamaño esfuerzo debe ser realizado en cuestión de segundos. A medida que vamos desarrollando nuestra habilidad y mientras mas inmersa se encuentra la persona en el nuevo idioma, comienza a lograr la capacidad de que sus pensamientos a nivel basal, previo al armado de los esquemas gramaticales necesarios para expresarse oralmente, sea directamente en ingles, acelerando el proceso.Para adquirir familiaridad con el idioma de Shaskepeare, es necesario incorporarlo en el día a día,caso contrario podrían encontrarse con la capacidad de explayarse sin restricciones acerca del significado de la palabra mesmerize, conjugando correctamente el verbo, citando etimología, correcto uso y excepciones pero olvidando de repente, la diferencia entre spoon y fork, lo cual -deben estar de acuerdo conmigo- es absolutamente mas relevante para su día a día."
Mientras Paula terminaba su exposición, yo concluía internamente que mi cerebro había aprendido a separar cuando leer en ingles y cuando no, dependiendo de su necesidad de cuidar a mi corazón. Sino, no se explica que cuando vi ese grafitti en el muro del zoológico haya leído morir instead of your name on his shorter form.
domingo, 31 de octubre de 2010
jueves, 21 de octubre de 2010
"Necesitamos mas cajitas"
Quería escribir sobre muchas cosas.
Hoy era un día de esos que se corta con un cuchillo la tensión que se respira en el aire y sin embargo, aislada como estoy en el trabajo me tuve que aguantar la necesidad casi patológica que me agarra en momentos como esos de saber que pasa, donde y con quien. Quería decir eso, que hoy mientras llegaba y veía las mismas caras de siempre no pude evitar sentir que mis días ultimamente son cada vez mas enroscados sobre si mismos, de un lugar donde no hay mas que nosotros y algunos otros que compartimos espacio, a otro donde no podes esconderte ni de vos mismo. Quería contar como días como estos de dejan sin aire, como si me golpeara en la boca del estomago la realidad, la conciencia de saber cosas que no quiero aceptar. 23 años y no esta mas, 23 años que son apenas uno mas que los mios y una vida que no esta; una cama vacía, una familia partida al medio, una madre corrida de su universo.
Quería intentar explicar lo inútil que sentí intentar explicarle a Romina que no es tan así que las cosas se pueden entender únicamente cara a cara, a mi me sirve el papel para poner mis pensamientos en claro, para ordenarme un poco mas...y ahí me di cuenta de que si no puedo entenderlo yo, que persisto en esto de amigarme con las letras, menos puede el resto del mundo que anda ahí afuera. Quería intentar explicar lo feliz que me hace caminar por Corrientes (después de comernos una pizza) con tu manito en la mía, sin importar que Buenos Aires nos regale basura en cada esquina, porque yo voy riéndome de esa adolescente en un cuerpo pequeño que sos, de esa mini versión mejorada de mi que estas resultando ser: critica, acida, sin filtros pero con mas tacto, menos herida,todavía con fe.
Leí una vez que los escritores vivimos para adentro, que hacemos que nuestros personajes hagan todo lo que nosotros por cobardía, excusas o miedo no nos animamos a hacer. Pero en eso también dejamos una parte de nosotros, no? Dejamos una milésima de lo que creímos ser en algún momento, de lo que fuimos tal vez.
Tenia tantas cosas para decir...y sin embargo cuando llegue a casa me sentí tan sin fuerzas que ni siquiera hice el intento.
Y sale esto, un rejunte a mitad de camino, un caos para nada organizado.
Siempre lo mismo Mariana.
Siempre sin definiciones claras.
Hoy era un día de esos que se corta con un cuchillo la tensión que se respira en el aire y sin embargo, aislada como estoy en el trabajo me tuve que aguantar la necesidad casi patológica que me agarra en momentos como esos de saber que pasa, donde y con quien. Quería decir eso, que hoy mientras llegaba y veía las mismas caras de siempre no pude evitar sentir que mis días ultimamente son cada vez mas enroscados sobre si mismos, de un lugar donde no hay mas que nosotros y algunos otros que compartimos espacio, a otro donde no podes esconderte ni de vos mismo. Quería contar como días como estos de dejan sin aire, como si me golpeara en la boca del estomago la realidad, la conciencia de saber cosas que no quiero aceptar. 23 años y no esta mas, 23 años que son apenas uno mas que los mios y una vida que no esta; una cama vacía, una familia partida al medio, una madre corrida de su universo.
Quería intentar explicar lo inútil que sentí intentar explicarle a Romina que no es tan así que las cosas se pueden entender únicamente cara a cara, a mi me sirve el papel para poner mis pensamientos en claro, para ordenarme un poco mas...y ahí me di cuenta de que si no puedo entenderlo yo, que persisto en esto de amigarme con las letras, menos puede el resto del mundo que anda ahí afuera. Quería intentar explicar lo feliz que me hace caminar por Corrientes (después de comernos una pizza) con tu manito en la mía, sin importar que Buenos Aires nos regale basura en cada esquina, porque yo voy riéndome de esa adolescente en un cuerpo pequeño que sos, de esa mini versión mejorada de mi que estas resultando ser: critica, acida, sin filtros pero con mas tacto, menos herida,todavía con fe.
Leí una vez que los escritores vivimos para adentro, que hacemos que nuestros personajes hagan todo lo que nosotros por cobardía, excusas o miedo no nos animamos a hacer. Pero en eso también dejamos una parte de nosotros, no? Dejamos una milésima de lo que creímos ser en algún momento, de lo que fuimos tal vez.
Tenia tantas cosas para decir...y sin embargo cuando llegue a casa me sentí tan sin fuerzas que ni siquiera hice el intento.
Y sale esto, un rejunte a mitad de camino, un caos para nada organizado.
Siempre lo mismo Mariana.
Siempre sin definiciones claras.
sábado, 16 de octubre de 2010
"Ojala yo tuviera esa fuerza de voluntad nena"
Hace tres semanas que corro.
Tengo una plaza a dos cuadras de casa, nada exageradamente grande, pero para mis propositos de running amateur sirve.
La cosa es que en este momento de mi vida donde la cabeza me funciona mas de lo que quisiera, el cuerpo me pide movimiento, para no quedarse atras digamos. Asi que dia por medio,a veces todos los dias, llego del trabajo, me pongo las reebook mas viejas y destrozadas de la historia de la marca, un pantalon que compre en Uruguay en julio del año pasado (y que amo usar) y salgo a correr, a dar vueltas en la plaza.
Son las 10 de la noche y yo corro.
En general, a esa hora, los unicos seres humanos que veo son los de la pizzeria que esta en diagonal a la plaza y que se entretienen mirandome. Ocasionalmente algun trabajador retrasado volviendo a su hogar, un auto bajando el puente que rodeada a mi parque privado, alguien que sale de la estacion de tren, un estudiante volviendo a casa. Esos son mis unicos compañeros. Hasta el jueves, que me cruce con Marta.
Ya la habia visto varias veces, pero jamas me presto atencion ni yo a ella. El jueves, sin embargo, mientras yo arrancaba la primera vuelta, me saludo y al pasar a mi lado sonriendo me solto "Ojala yo tuviera esa fuerza de voluntad nena!!!" y siguio su camino.
Yo me frene en seco.
"Mariana" y "fuerza de voluntad" no son palabras que suelan estar en la misma frase.
Mientras me obligaba mentalmente a arrancar de nuevo, pense que si la frenara y le soltase unas cuantas verdades sobre mi vida no opinaria lo mismo. No me creeria perseverante sino erratica, herida en demasía, ausente a veces hasta de mi misma. Si me escuchara, podria ver que fuerza de voluntad es lo que me hace falta la mayor parte del tiempo. Lo dificil no es tomar decisiones, sino sostenerlas.
Pense que no valia la pena quitarle la idea, que no tenia fuerzas ni ganas para contarle a una absoluta extraña todos mis errores, mis empeños en quedarme donde no me necesitaban, mis ganas de soltar todo y a todos la mayor parte del tiempo.
Pense que quizas era mas sano dejarla creer que todavia existe gente en el mundo con fuerza de voluntad. Sonrei, fui complice de la mentira, y de paso, mientras tanto, intento crermela yo tambien.
Tengo una plaza a dos cuadras de casa, nada exageradamente grande, pero para mis propositos de running amateur sirve.
La cosa es que en este momento de mi vida donde la cabeza me funciona mas de lo que quisiera, el cuerpo me pide movimiento, para no quedarse atras digamos. Asi que dia por medio,a veces todos los dias, llego del trabajo, me pongo las reebook mas viejas y destrozadas de la historia de la marca, un pantalon que compre en Uruguay en julio del año pasado (y que amo usar) y salgo a correr, a dar vueltas en la plaza.
Son las 10 de la noche y yo corro.
En general, a esa hora, los unicos seres humanos que veo son los de la pizzeria que esta en diagonal a la plaza y que se entretienen mirandome. Ocasionalmente algun trabajador retrasado volviendo a su hogar, un auto bajando el puente que rodeada a mi parque privado, alguien que sale de la estacion de tren, un estudiante volviendo a casa. Esos son mis unicos compañeros. Hasta el jueves, que me cruce con Marta.
Ya la habia visto varias veces, pero jamas me presto atencion ni yo a ella. El jueves, sin embargo, mientras yo arrancaba la primera vuelta, me saludo y al pasar a mi lado sonriendo me solto "Ojala yo tuviera esa fuerza de voluntad nena!!!" y siguio su camino.
Yo me frene en seco.
"Mariana" y "fuerza de voluntad" no son palabras que suelan estar en la misma frase.
Mientras me obligaba mentalmente a arrancar de nuevo, pense que si la frenara y le soltase unas cuantas verdades sobre mi vida no opinaria lo mismo. No me creeria perseverante sino erratica, herida en demasía, ausente a veces hasta de mi misma. Si me escuchara, podria ver que fuerza de voluntad es lo que me hace falta la mayor parte del tiempo. Lo dificil no es tomar decisiones, sino sostenerlas.
Pense que no valia la pena quitarle la idea, que no tenia fuerzas ni ganas para contarle a una absoluta extraña todos mis errores, mis empeños en quedarme donde no me necesitaban, mis ganas de soltar todo y a todos la mayor parte del tiempo.
Pense que quizas era mas sano dejarla creer que todavia existe gente en el mundo con fuerza de voluntad. Sonrei, fui complice de la mentira, y de paso, mientras tanto, intento crermela yo tambien.
lunes, 11 de octubre de 2010
El todo no siempre es la suma de las partes.
"El problema es asumir"
Yo me lo quede mirando, pensando si acababa de decir la pelotudez mas grande del mundo o tenia en su boca la guia hacia la luz en este siglo. Decidi callar y pedirle que siga.
Fernando se explico mejor, o al menos lo intento:
"Claro, el problema es asumir.Fijate, vos te fuite a jugar a la pelota asumiendo que a Erica no iba a molestarle llegar a casa y encontrar los platos sucios, las facturas sin pagar y fundamentalmente, tu no-presencia. Vos, crees que como viven bajo el mismo techo son dos partes de una misma persona, pero te olvidas de una cosa Marquitos...las minas jamas son una parte, son un todo demasiado complejo, demasiado entero como para reducirlo a menos de uno, ni hablar de fraccionarlas!" Me sonrio como si hubiese descubierto el camino a El Dorado y Cortes no tuviese nada que envidiarle. Me quede quieto en el palier, mientras se iba silbando otra cancion mas de esas que solamente el sabe.
Y pense: "No Fer, el problema no es asumir. El problema es a veces pegarle con lo que uno cree vaticinar. No es jodido levantarse de una derrota sino asumir una victoria...te acordas de los amigos del campeon?" Cerre la puerta de entrada: arriba habia una pila de platos limpios esperandome.
Yo me lo quede mirando, pensando si acababa de decir la pelotudez mas grande del mundo o tenia en su boca la guia hacia la luz en este siglo. Decidi callar y pedirle que siga.
Fernando se explico mejor, o al menos lo intento:
"Claro, el problema es asumir.Fijate, vos te fuite a jugar a la pelota asumiendo que a Erica no iba a molestarle llegar a casa y encontrar los platos sucios, las facturas sin pagar y fundamentalmente, tu no-presencia. Vos, crees que como viven bajo el mismo techo son dos partes de una misma persona, pero te olvidas de una cosa Marquitos...las minas jamas son una parte, son un todo demasiado complejo, demasiado entero como para reducirlo a menos de uno, ni hablar de fraccionarlas!" Me sonrio como si hubiese descubierto el camino a El Dorado y Cortes no tuviese nada que envidiarle. Me quede quieto en el palier, mientras se iba silbando otra cancion mas de esas que solamente el sabe.
Y pense: "No Fer, el problema no es asumir. El problema es a veces pegarle con lo que uno cree vaticinar. No es jodido levantarse de una derrota sino asumir una victoria...te acordas de los amigos del campeon?" Cerre la puerta de entrada: arriba habia una pila de platos limpios esperandome.
lunes, 4 de octubre de 2010
12:58
No somos sino referencias de algo que alguna vez hicimos. Anécdotas que nos eternizaron en un actitud quizás basal de nuestra personalidad, quizás fruto de nuestra naturaleza personal mas intima, quizás resultado de un devenir momentáneo puramente efímero, casual e irrepetible.
El hermano que hace un buen asado.
La amiga loca pero "bien" que se enamora perdidamente de cada perdedor que se le cruza y siempre le rompen el corazón.
El padre ausente pero que se sacrifico abnegadamente por sus hijos hasta el ultimo momento de su pobre vida.
La madre de nuestra mejor amiga, tan perfecta que todas queríamos tenerla como propia en la adolescencia.
Vamos por la vida dejando detrás nuestro un reguero de acciones que lejos están de ser solamente eso: por ellas nos clasifican, nos aman, nos odian y nos temen. Una noche de borrachera o una navidad con la familia pueden marcar el limite entre atorrante o conservador: cualquier cosa sirve cuando de juzgar se trata.
Nos vuelven simples reflejos de nosotros mismos, cuando en realidad lo que hay en el espejo es mucho mas complejo.
Cuales son los limites es una respuesta que nadie puede jactarse de tener. Los mios cambian constantemente, lo cual supongo hace mas difícil la referencia asociada a mi nombre, el comentario casi chisme barato y para nada necesario con el que se acompaña el "Mariana" pronunciado.
Por que me enamoro con locura y sufro de la misma manera, pero guardo una distancia abismal con algunos seres que han pasado por mi vida dejando estela negativa.
Al tomar mis decisiones dificilmente me las planteo dos veces, lo cual mas de un dolor de cabeza me ha generado pero jamas, jamas, me arrepiento de ellas. No creo que sobre el tiempo como para dejar algo para mañana. Así que si tuve ganas, pueden estar seguros de que eventualmente lo hice.Supongo que en el fondo entiendo que soy mas que un error o un acierto fruto de la casualidad o la inferencia externa momentánea, por que un día con estrella lo tiene cualquiera y uno estrellado también.Supongo que entiendo que emborracharse de vez en cuando no tiene nada malo, despertar un sábado por la mañana al lado de un error permanente, difícil de erradicar pero no por eso poco placentero, menos aun.Tampoco lo tiene dormir en mi cama cuando todavía se siente el perfume del suavizante que uso mi madre al lavar mis sabanas.
No se vivir a medias y a veces eso me asusta, porque ir a fondo con mi apuesta puede dejarme en las puertas del cielo pero también volverme una habitante vitalicia en el séptimo circulo.
Cuando pienso que mis contradicciones muchas veces no me dejan respirar, me pregunto que ven cuando me ven. Que leen o que creen leer.
Me pregunto si no se asustarian un poco si volteara un centímetro el espejo y los dejara mirar.
El hermano que hace un buen asado.
La amiga loca pero "bien" que se enamora perdidamente de cada perdedor que se le cruza y siempre le rompen el corazón.
El padre ausente pero que se sacrifico abnegadamente por sus hijos hasta el ultimo momento de su pobre vida.
La madre de nuestra mejor amiga, tan perfecta que todas queríamos tenerla como propia en la adolescencia.
Vamos por la vida dejando detrás nuestro un reguero de acciones que lejos están de ser solamente eso: por ellas nos clasifican, nos aman, nos odian y nos temen. Una noche de borrachera o una navidad con la familia pueden marcar el limite entre atorrante o conservador: cualquier cosa sirve cuando de juzgar se trata.
Nos vuelven simples reflejos de nosotros mismos, cuando en realidad lo que hay en el espejo es mucho mas complejo.
Cuales son los limites es una respuesta que nadie puede jactarse de tener. Los mios cambian constantemente, lo cual supongo hace mas difícil la referencia asociada a mi nombre, el comentario casi chisme barato y para nada necesario con el que se acompaña el "Mariana" pronunciado.
Por que me enamoro con locura y sufro de la misma manera, pero guardo una distancia abismal con algunos seres que han pasado por mi vida dejando estela negativa.
Al tomar mis decisiones dificilmente me las planteo dos veces, lo cual mas de un dolor de cabeza me ha generado pero jamas, jamas, me arrepiento de ellas. No creo que sobre el tiempo como para dejar algo para mañana. Así que si tuve ganas, pueden estar seguros de que eventualmente lo hice.Supongo que en el fondo entiendo que soy mas que un error o un acierto fruto de la casualidad o la inferencia externa momentánea, por que un día con estrella lo tiene cualquiera y uno estrellado también.Supongo que entiendo que emborracharse de vez en cuando no tiene nada malo, despertar un sábado por la mañana al lado de un error permanente, difícil de erradicar pero no por eso poco placentero, menos aun.Tampoco lo tiene dormir en mi cama cuando todavía se siente el perfume del suavizante que uso mi madre al lavar mis sabanas.
No se vivir a medias y a veces eso me asusta, porque ir a fondo con mi apuesta puede dejarme en las puertas del cielo pero también volverme una habitante vitalicia en el séptimo circulo.
Cuando pienso que mis contradicciones muchas veces no me dejan respirar, me pregunto que ven cuando me ven. Que leen o que creen leer.
Me pregunto si no se asustarian un poco si volteara un centímetro el espejo y los dejara mirar.
sábado, 2 de octubre de 2010
Pasada de revoluciones.
A mi me rompen el corazon con una facilidad asombrosa.
Alcanza con prometerme, por ejemplo, una tarde de mate entre amigas y cancelarla cuando tengo la mesa puesta para que me arruine el dia.
O que vea en un semaforo o subte a un infante con la edad de mi hermana para que me large a llorar desconsoladamente. No me da miedo o verguenza llorar.
Siempre dije a mis allegados mas cercanos que deben preocuparse cuando no lloro.
Cuando me quedo en silencio.
Es ahi cuando estoy en serios problemas, cuando estoy tan cansada que no puedo emitir sonido, cuando me derrotaron tanto que no puedo ni siquiera llorar como corresponde (Cortazar, Instrucciones para llorar)
Anoche queria llorar a mares. Queria gritar, gritar hasta quedarme sin aire en los pulmones.
Y no pude.
Me calle; organizandome mentalmente para distribuir las lagrimas concienzudamente a lo largo del nuevo dia que me quedaba por delante: un par en el tren a la ida, otras en el colectivo a la vuelta, algunas en el baño del trabajo por la mañana y las ultimas mientras escribo esto.
Esto que seguramente vos no vas a leer, que si lo lees no vas a hacerte cargo de que es para vos, para vos que me dejaste todavia mas herida que antes, que lograste la hazaña de que pueda sentirme mas sola durmiendo al lado tuyo en el king que en mi cama de una plaza.
Para vos que no sos nada en mi porque no soy nada en vos.
Porque es imposible encontrar a quien no quiere ser hallado, y mientras vos te empecinas en esconderte de mi yo me quedo rumiando en voz baja que Clara tenia razon otra vez, una vez mas.
Alcanza con prometerme, por ejemplo, una tarde de mate entre amigas y cancelarla cuando tengo la mesa puesta para que me arruine el dia.
O que vea en un semaforo o subte a un infante con la edad de mi hermana para que me large a llorar desconsoladamente. No me da miedo o verguenza llorar.
Siempre dije a mis allegados mas cercanos que deben preocuparse cuando no lloro.
Cuando me quedo en silencio.
Es ahi cuando estoy en serios problemas, cuando estoy tan cansada que no puedo emitir sonido, cuando me derrotaron tanto que no puedo ni siquiera llorar como corresponde (Cortazar, Instrucciones para llorar)
Anoche queria llorar a mares. Queria gritar, gritar hasta quedarme sin aire en los pulmones.
Y no pude.
Me calle; organizandome mentalmente para distribuir las lagrimas concienzudamente a lo largo del nuevo dia que me quedaba por delante: un par en el tren a la ida, otras en el colectivo a la vuelta, algunas en el baño del trabajo por la mañana y las ultimas mientras escribo esto.
Esto que seguramente vos no vas a leer, que si lo lees no vas a hacerte cargo de que es para vos, para vos que me dejaste todavia mas herida que antes, que lograste la hazaña de que pueda sentirme mas sola durmiendo al lado tuyo en el king que en mi cama de una plaza.
Para vos que no sos nada en mi porque no soy nada en vos.
Porque es imposible encontrar a quien no quiere ser hallado, y mientras vos te empecinas en esconderte de mi yo me quedo rumiando en voz baja que Clara tenia razon otra vez, una vez mas.
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